El corazón tiene en la poesía un sentido trasladado, en el que se le asocia el significado de todo lo que toca con el sentimiento. Pocas veces se dedica la poesía a hablar de un corazón en sentido literal, como algo físico. No cabe duda de que la maquinaria de nuestro órgano de bombeo es algo fantástico. Y lo mejor es que, en los tiempos que corren, no está sujeto a la ley del mercado moderno de la obsolescencia programada...Afortunadamente. ¿Se imaginan?
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