Garcilaso de la Vega nació en Toledo en 1501 y era de familia noble. Tomó parte en varias expediciones militares en la Isla de Rodas, en Grecia, contra los turcos; y en Francia en 1522. Estuvo en Italia, en Bolonia. Fue herido por los turcos en Túnez en 1534. En Provenza se lanzó sin casco ni coraza al frente de sus soldados, fue herido en la cabeza por una piedra del enemigo y, subsiguientemente, murió pocos días después en Niza, en octubre de 1536, a los 35 años de edad.
Garcilaso se casó en 1525 con doña Elena de Zúñiga, matrimonio que no le trajo la felicidad. Un año después conoció a doña Isabel Freyre, dama portuguesa de la emperatriz de quien se enamoró perdidamente y que había de tener gran influencia en su obra poética. Es la Elisa de sus versos.
Garcilaso de la Vega es, en lo humano, la más perfecta encarnación del ideal del cortesano renacentista, tal como lo había definido Castiglione. Era hombre de gran atractivo personal, tanto por su aspecto físico como por su carácter, su inteligencia, y sus condiciones de hombre de mundo. Fue la cabal fusión del hombre de armas y de letras. Como escritor, realizó la obra poética que mayor trascendencia ha tenido en la lírica castellana. Sabía a la perfección el griego, el latín, el italiano y el francés. Hombre universal, vivió en su corta vida toda una carrera de amores, de heroísmos, de creación intensa, de acción real y de platónicos idealismos.
Las obras poéticas de Garcilaso fueron publicadas por primera vez siete años después de su muerte, formando un IV libro en la edición barcelonesa de Boscán de 1543. Sólo en 1569, después de 19 ediciones de la obra conjunta de los dos introductores del italianismo, se publicó en Salamanca la primera edición aparte de la obra poética de Garcilaso. En 1574, el famoso catedrático de Retórica de Salamanca, Francisco Sánchez, el Brocense, publicó su primera edición anotada de las obras del toledano, convertido en un clásico indiscutible. En 1580 publica Fernado de Herrera una nueva edición comentada. En 1622, el erudito toledano Tomás Tamayo de Vargas hace imprimir otra nueva edición comentada de Garcilaso. Finalmente, en 1765, el diplomático aragonés José Nicolás de Azara publica su edición comentada de las obras del poeta de Toledo. Tomás Navarro Tomás editó en 1911 las obras de Garcilaso, basándose en la de Herrera de 1580.
Fuente de este texto
La página de Garcilaso en internet.
Garcilaso de la Vega. Textos y ejercicios
Garcilaso de la Vega. Textos y ejercicios.
Monográfico del Centro Virtual Cervantes sobre el poeta toledano.
Garcilaso de la Vega. Textos y ejercicios
Garcilaso de la Vega. Textos y ejercicios.
Monográfico del Centro Virtual Cervantes sobre el poeta toledano.
Égloga I
Égloga II
Égloga III
8 comentarios:
Hola Manolo:
Veo que vamos a la par porque yo ahora también estoy dando en 3º la literatura renacentista. Estoy preparando unas actividades que iré publicando en el blog conforme las vayamos haciendo.
Siempre es un gusto escucharte y escuchar los versos de Garcilaso de tu voz es todo un lujo.
Saludos
Muchísimas gracias, Virginia.
Sí, estoy terminando con las sintaxis de la oración simple y ahora ellos van a ir exponiendo por partes la materia del Renacimiento y del Barroco. Por eso, he preparado los apuntes del Renacimiento de la entrada anterior y esta de Garcilaso.
Por cierto, ya me están entregando las descripciones de los grupos sociales y no están nada mal. Ya las verás.
Un saludo
¡Qué hermoso es el soneto V! Garcilaso nunca pasará de moda. García Montero lo recupera en 1991.
Estimado Profesor Manolo,
Como sabe, porque ya lo he comentado en alguna ocasión aquí en el blog, me encanta Garcilaso. Así que me disponía a disfrutar tranquilamente de la Égloga I, que es preciosa. Pero me he dado cuenta de que hay un ruido que no deja escuchar el triste lamentar de los pastores. Creo que debe haber habido algún problema al subir el audio y espero que lo pueda solucionar.
Muchas gracias de antemano, y siempre.
Eloísa, estoy intentando solucionar el problema. No he encontrado aún la causa.
Gracias por el aviso.
Estimado Profesor Manolo,
Me ha surgido, al escucharla, una pregunta acerca de la Égloga II -si se me permite- y es que en la última parte parece que los versos rimasen con una palabra en el medio del verso siguiente, ¿esto puede ser así?
Por cierto, es una preciosidad de clásico y una lectura primorosa, por la que solo cabe darle muchísimas gracias.
Sí, se trata de un recurso muy utilizado en la poesía española desde el Renacimiento especialmente. Es la rima interna.
Me alegra que le haya gustado.
Un saludo.
Mi lengua va por do el dolor la guía...
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