jueves, 2 de junio de 2011

Luis Cernuda: Si el hombre pudiera...

En estos versos, Cernuda expresa su batalla interior entre la realidad y el deseo, en una época en la que salir del armario era una misión bastante complicada. Para él, el amor es la verdad, la única verdad, pero también es la libertad, la libertad de estar preso en otro. Y eso es precisamente lo que justifica la existencia de Cernuda. El amor es la vida.
Los tres últimos versos son apoteósicos y nos trae los ecos de la expresión inefable de la experiencia mística, construida con la base de la paradoja.





Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

2 comentarios:

Virginia dijo...

Una vez más, precioso. ¡Gracias, Manolo!

Manuel López dijo...

Una vez más, gracias por pasearte por este rincón.
Un saludo