Ahora parece que se ha abierto la veda y casi todos los días se trata del asunto en las televisiones y las radios. Antena 3, en concreto, ha inaugurado hace dos semanas una serie, a modo de reality show, en el que una serie de adolescentes se tienen que enfrentar sin móvil, sin internet, sin tuenti ni messenger, sin pintura en la cara, sin piercings, ni nada por el estilo, a la disciplina, a que les digan constantemente que no a casi todo, a tratar con respeto a los iguales y a los mayores, incluso a los profesores, fíjese usted. Y todo ello con sus únicas armas, por parte de muchos y muchas de ellos, de la desidia y del desprecio por todo lo que se les aconseja. Parten de la base de que es absurdo lo que les recomiendan.
De entrada, no conciben que exista una época en la que las circunstancias de las aulas fuera diferente del colegueo con los profesores, en la que no se permitiera que los estudiantes hicieran en la clase algo diferente a escuchar atentamente al profesor, una época en que se exigía trabajo para aprender, en que las conductas negativas eran inmediatamente castigadas por las dos partes que sustentan el aprendizaje de nuestros jóvenes, la escuela y la familia.
No vamos a ser ahora más papistas que el Papa, no creo que aquella manera de enseñar fuera mejor que esta, sigo creyendo que tenemos unos estudiantes que terminan con mayores potencialidades, con una caja más llena de herramientas con que enfrentarse a lo que les sobreviene cuando salen de las aulas. No es esto lo que ocurre en todas las aulas y con todos los profesores. Pero hay que reconocer que hemos pasado de un método en el que el profesor era un ser incontestable y casi infalible, a otro en el que el profesor es algunas veces uno más en las aulas.
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2 comentarios:
Hola.
La verdad es que el ambiente en las aulas me tiene sorprendida.Soy una profesora de secundaria que aún no tengo 30 años y, por tanto, he estudiado en el mismo sistema que mis alumnos aunque con grandes diferencias. Me resulta increíbe cómo en apenas 10 años se ha degradado tanto la figura del profesor y cómo los alumnos se van vaciando cada vez más, a medida que avanzan los años.
Creo que parte del problema que encuentro en algunos de mis alumnos (pues afortunadamente no todos son así)es que se encuentran vacíos, no tienen ilusiones por nada que no sea mateial, se encuentran vacios de afectos y siempre han tenido todo lo que han querido, hecho que ha provocado que no aprecien el valor de las cosas y que no conozcan el esfuerzo que se debe hacer en determinados momentos de sus vidas.
Con respecto a la serie que nombrabas del Curso del 63, me resulta chocante cómo el martes vemos un sistema de educación y justo al día siguiente otro diferente en la misma cadena: Física y Química. Esta serie tiene enganchados a parte de mi alumnado y, por tanto, yo también la veo para poder hablar con ellos cuando me plantean como algo normal que los alumnos puedan fumar porros en el instituto, que los profesores se enrollen con las alumnas, que los profesores se lien entre sí, que se graben agresiones con cámaras ocultas,...
Ante esta situación yo me pregunto qué que es lo que se les intenta trasmitir a la juventud poniendo dos visiones contradictorias.
Yo, afortunadamente no he sufrido ningún tipo de agresión ni falta de respeto por parte de mis alumnos en parte porque he intentado hablarles lo más claro posible, respetarlos y fomentar un clima cordial dentro del aula en el que ellos sepan claramente cuál es su papel y cuál es el mío.
De todos modos, no hay dos alumnos iguales y ni todos son tan malos, ni todos son tan buenos.
Manolo no tiene nada que ver con el tema pero una cosa podrias dedicar en la pagina del instituto unas palabras para el profesor Fernando del año pasado de Educación Física que ha fallecido. Soy Álvaro Aguilar.
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