sábado, 1 de mayo de 2010

Cavafis: Un viejo

Cavafis es un poeta fundamental en el panorama literario griego del siglo XX. Nació en Alejandría (Egipto), donde pasó la mayor parte de su vida. Cavafis publicó poco durante su vida. En sus versos se integran la historia helenística y bizantina con asuntos contemporáneos, como ocurre en dos de sus poemas más conocidos, 'El dios abandona a Antonio' e 'Itaca', escritos en 1911. Desde 1930 su influencia fue importante no sólo en los jóvenes griegos, sino también en escritores extranjeros, y a partir de esta época los escritos críticos sobre su obra se multiplican. Un nuevo empuje de la obra de Cavafis tuvo lugar con la publicación del Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell (1957-1960).


En este poema, el poeta griego nos hace contemplar la figura de un viejo que, sentado en un café, repasa su vida y piensa en lo rápido que ha pasado, en las alegrías que dejó de lado; y se lamenta de las oportunidades perdidas. El poeta nos anima con esto a provechar los buenos momentos de la vida.




En la sala interior del ruidoso café
un viejo está sentado, inclinado sobre una mesa;
un periódico frente a él, y ninguna compañía a su lado.
Y en el desdén de su edad miserable,
medita sobre lo poco que disfrutó los años
en que tenía fuerza, el arte de la palabra, y buen aspecto.
Sabe que ha envejecido mucho;
está consciente de ello, lo ve,
y sin embargo el tiempo en que fue joven parece
ayer. Cuán breve el tiempo, cuán breve el tiempo.
Y piensa en cómo la Sabiduría lo engañó;
y cómo él siempre confió en ella –¡qué tontería! –
la mentirosa que decía, "Mañana. Tienes mucho tiempo."
Recuerda impulsos que contuvo; y cuánta
alegría sacrificó. Cada oportunidad perdida
se burla ahora de su prudencia insensata. ...
Pero con tanto pensar y recordar
el viejo devana. Y empieza a dormitar
inclinado sobre la mesa del café.

1 comentario:

Eloísa dijo...

No conozco mucho de Cavafis, pero lo que he leído me gusta enormemente, es muy reflexivo, creo. Es triste este poema, así como "El dios abandona a Antonio", una preciosidad que he descubierto hace poco. El paso inexorable del tiempo: el poeta nos dice que debemos tener la valentía para enfrentar cómo Alejandría, la hermosa ciudad que un día merecimos, queda atrás para siempre. Pero nunca digamos que fue un sueño.