En 1938 José Agustín Goytisolo tenía diez años, cuando su madre, Julia, murió en un bombardeo de Barcelona por la aviación franquista. Había salido de casa para ir a comprarle un regalo y ya nunca volvió. Este trágico acontecimiento marcó para siempre su vida y su obra. De alguna manera, estas “palabras para Julia” son al mismo tiempo palabras de ánimo y de esperanza dirigidas a su hija, y un recuerdo amoroso de su madre.
Este poema ha sido cantado por Paco Ibáñez, amigo del poeta. Pero tiene versión rumbera (Kiko Veneno), roquera (Los Suaves), flamenca (Falete), además de las de cantantes como Rosa León, Tania Libertad o Mercedes Sosa, o más recientemente Rosalía.
La propia Julia Goytisolo confesaba que durante muchos años de su vida le costaba asumir el peso del poema, se había convertido sin pretenderlo en protagonista de esa lucha por el futuro y la esperanza, la gente la miraba con admiración, sin haber hecho nada especial y le preguntaban si ella era la “Julia” del poema. Con el tiempo comprendió la grandeza del legado que su padre le había dejado.
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