Un motociclista que tras un accidente es trasladado a un hospital donde es atendido y allí, con los sedantes y sus dolores sueña que él es un indio moteca que huye de unos cazadores aztecas. Despierta y vuelve al sueño cada vez con más frecuencia, hasta que el moteca está a punto de ser sacrificado a los dioses y se da cuenta de que ya no va a despertar porque ya está despierto.
Este relato está incluido en Final del juego, de 1956.
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