sábado, 7 de enero de 2017

Anónimo: Romance de la molinera y el corregidor



En un pueblo castellano,
Vivía un molinero honrado,
Que ganaba su sustento,
Con un molino alquilado,

Y era casado con una moza,
Como una rosa,
De guapa y bella.

Que el corregidor
Mismo se apreció de ella,
La regalaba, la visitaba,
Hasta que un día,
La declaró el intento
Que pretendía

Contesta la molinera,
Vuestros favores admito.
Lo que siento es mi marido,
Si nos coge en el garlito
Porque el maldito

Tiene una llave,
Con la cual cierra,
Con la cual abre,
Cuando es su gusto,
Y si viene y nos coge,
Nos dará un susto.

Contesta el corregidor,
Yo puedo hacer que no venga
Enviándole al molino,
Cosa que allí le entretenga,
Pues como digo será de trigo,
Porción bastante.
Que la muela esta noche,
Que es importante.

Bajo la idea que traigo oculta,
Bajo la multa de doce duros,
Y con esto podemos
Estar seguros

Al otro día sin más porfía,
Por cierto, vino a este molino,
Un pasajero,
Que el oficio tenia de molinero.

Le dice: “Amigo si usted
Es celoso, yo soy altivo,
Váyase usted a su casa,
Yo muelo el trigo.”
Se ha marchado para su casa,
Que parecía un cohete,
Y a las doce de la noche,
Abre la puerta y se mete,

Y en una silla ve la ropilla,
Del corregidor sin faltar nada,
Botas, capa, sombrero
Bastón y espada.

Se la pone el molinero,
Con contento y alegría
Toma la vía para la casa,
De su rival llega a la puerta,
Le abre un criado que estaba alerta,
Y se va en busca de la
corregidora,
Que es una bella dama,
Muy seductora.

Y al verse el molinero,
en aquella linda cama
toda la noche anduvo,
Como pájaro en la jaula.
Subía y bajaba,
Bajaba y subía.
Y así estuvo toda la noche,
Hasta el ser de día.
Despierta el corregidor,
Y por la hora procura,
Echa mano a su reloj,
Extrañó la vestidura.
La molinera con aire tímido,
Dice, esta es la ropa de mi marido
Y el corregidor temblando,
En vestirse nada tarda.
Con capa parda,
Chupa y calzones,

Con mil jirones,
Lleno de remiendos,
Las polainas atadas,
Con unos vendos.
Y unos zapatos de piel de vaca
Con una estaca, y una montera,
Y siguiendo iba la molinera.

Al fin llegan a la puerta,
Y nadie les respondía,
Hasta que llamó el criado,
De dentro que se ofrecía.

Abre, criado, abre malvado
¿No me conoces, que soy tu amo?
Y “¿Por qué no me abres,
Cuando yo llamo?

Anda tu abuela,
Anda no muelas,
Con esta trama.
Que hace rato que mi amo, 
Duerme en la cama..

Despierta la corregidora,
Y ve que no es su marido,
Se echa bajo de la cama,
Con los ojitos dormidos,

“Anda malvado,
Por dónde has entrado
Que has profanado,
Mi gran decoro.
Anda que ahí abajo,
Se sabrá todo

En fin tiran para abajo,
Cuando juntos ya se vieron.
Sin que nadie lo notara,
En un cuarto se metieron,
Y como sabios,
Allí dispusieron,
Un gran desquite.
Celebrando el suceso,
Con un convite.

Y Esto señores,
Sirva de Norte,
Porque en la Corte,
Por el dinero.
Hay más corregidores,
Que molineros.

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