viernes, 7 de octubre de 2016

Antonio Machado: Coplas mundanas

Der Arme Poet
“El poeta pobre”, de Carl Spitzweg (1839)
Poeta ayer, hoy triste y pobre
filósofo trasnochado,
tengo en monedas de cobre
el oro de ayer cambiado.
Sin placer y sin fortuna,
pasó como una quimera
mi juventud, la primera…
la sola, no hay más que una:
la de dentro es la de fuera.
Pasó como un torbellino,
bohemia y aborrascada,
harta de coplas y vino,
mi juventud bien amada.
Y hoy miro a las galerías
del recuerdo, para hacer
aleluyas de elegías
desconsoladas de ayer.
¡Adiós, lágrimas cantoras,
lágrimas que alegremente
brotabais, como en la fuente
las limpias aguas sonoras!
¡Buenas lágrimas vertidas
por un amor juvenil,
cual frescas lluvias caídas
sobre los campos de abril!
No canta ya el ruiseñor
de cierta noche serena;
sanamos del mal de amor
que sabe llorar sin pena.
Poeta ayer, hoy triste y pobre
filósofo trasnochado,
tengo en monedas de cobre
el oro de ayer cambiado.

2 comentarios:

Eloísa dijo...


De nuevo el paso del tiempo y esta sensación de algo irrecuperable. Pero al bueno de don Antonio se le olvidó que, de cobre o de oro, siempre hay dos caras en una moneda. De los dos elementos en liza, no es el cobre el menos valioso aunque lo parezca; el cobre forma parte de la vida literalmente; el oro, no. Y en esa “edad de cobre” otro día cualquiera puede renacer la esperanza (el corazón espera, también hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera).

Manuel López dijo...

Pero el bueno de don Antonio Machado es un poeta que transmite siempre la sensación de ser un poeta cansado, como sin resuello.
Un saludo