lunes, 23 de febrero de 2009

Setenta años de la muerte de Antonio Machado


Siempre que leo a Machado tengo la misma sensación, la de estar delante de un poeta viejo, como cansado de vivir, con tendencia a la melancolía. Es un poeta de recuerdos, con la serenidad y la distancia de aquel que trae a la memoria sus pasos por la vida. Es, sin lugar a dudas, uno de mis poetas preferidos. Hay en él un poso de reflexión, de visión clara de las cosas. Ante ellas él intenta ver siempre algo más allá. Parece que siente el impulso de soñar las cosas, más que de saborearlas.
Es un hombre tranquilo, que todo lo analiza desde el tiempo; el tiempo está en todo, todo es tiempo. El tiempo como elemento simbólico.
No obstante, a veces hace guiños a la alegría, o al menos a algo que se parece a la alegría de vivir:

Guitarra del mesón que hoy suenas jota, 
mañana petenera,
según quien llega y tañe
las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos,
no fuiste nunca, ni serás, poeta.
Tú eres alma que dice su armonía
solitaria a las almas pasajeras...
Y siempre que te escucha el caminante
sueña escuchar un aire de su tierra.



Ahora recordamos que hace setenta años que se nos fue, huyendo por la
costa levantina hasta Francia, hasta Collioure, en compañía de su madre,
un hombre que no quería ni oír la palabra 'guerra'. Un mes aguantó más
allá de la frontera española.
Y murió solo unos días después de que su madre falleciera.

El ayuntamiento de Baeza ha levantado una escultura del poeta para
recordar estos 70 años de ausencia.
Los versos de Machado han vuelto a sonar en Collioure.
Los
sentimientos republicanos del poeta renacieron en el cementerio de
Collioure.
Almudena Grandes escribe un artículo dedicado al poeta.
Luis García Montero quiere recordarlo también con
estas palabras.
Entrevista a Ian Gibson, biógrafo de Machado. Ian Gibson habla
sobre la dificultad de traer los restos de Machado a España.
Nuevo número de la revista Ínsula dedicada a esta conmemoración.
La escritora Carmen Posadas ha recreado la historia de amor de
Antonio Machado con Leonor.
Carta de José Saramago a Antonio Machado.

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