domingo, 22 de febrero de 2009

Quien fue a Sevilla perdió su silla


Esta frase se dice para referirse a aquel, que habiendo abandonado un lugar o cargo de forma voluntaria, cuando regresa, lo encuentra ocupado, sin derecho a reclamarlo. En términos generales, se refiere a la posibilidad de perder los privilegios si se abandona el lugar en el que se disfrutan.

Esta frase, junto a la de Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita, son una especie de dispensa a las múltiples disputas que se dan entre niños por la posesión de un objeto o una posición privilegiada. Tanto los mayores en su infancia como los niños de ahora las siguen utilizando, como una especie de "si querías el objeto o posición, no deberías haberlo dado o abandonado."

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